La construcción del Gran Hotel (1928-1930) y de manera especial la parte donde hoy está el restaurante <<El Feudal>>, hizo que la antigua y castiza Plaza del Peso desapareciera prácticamente. Así adquirió virtualidad la hoy calla de San Juan de la Cruz, en la que, como puede verse, se conservan dos edificaciones de las que aparecen en la vieja fotografía. La casa que a la derecha sobresale formando ángulo fue derribada, ya que constituía un obstáculo al construirse el Gran Hotel.
¿A qué se debe que un cuadro urbano compuesto a base de diversos estilos conserve esa unidad, ese carácter en la composición y equilibrio en las formas que hay que exigir a una obra de arte? Seguramente, o al menos en mayor medida, a la piedra, la materia, que en este caso se convierte en el elemento admirable capaz de potenciar la capacidad creadora, en aspecto arquitectónico, del hombre.
Mediante este blog quiero mostrar la Salamanca de ayer y de hoy, en la que se puede comprobar el curioso, el profundo cambio operado en la ciudad desde prácticamente un inmediato pasado, que por cierto arrancaba de los más profundo de su historia, y el presente.
viernes, 7 de diciembre de 2012
PLAZA DEL POETA IGLESIAS.
Resulta sumamente curioso descubrir que hasta las postrimerías de los años veinte estas modestísimas - y un tanto cachambrosas - casas que muestra la fotografía albergaron un día Audiencia, Ayuntamiento y otros organismos. Una vez instalada la Audiencia en el antiguo inmueble conocido posteriormente como Cárcel Vieja, ya que fue cárcel, y antes, al parecer, convento de las Comendadoras de Santiago, la corporación municipal sacó a subasta el edificio, con la condición expresa de que en el solar resultante se levantase un hotel de cierto empaque. Y asñi surgió el Gran Hotel (ya desaparecido), llamado un tiempo también hotel <<Salamanaca>>.
El 1 de agosto de 1928 se firmó el pliego de condiciones para la ejecución de la obra, que llevaron a cabo, como constructores, los Hijos de Arsenio Andrés, siendo su arquitecto -que dió al inmueble un cierto aire renacentista-, don Modesto López Otero, concluyéndose la obra el día 12 de octubre de 1930.
En los años 42 y 43 se añadió el piso que remata el edificio. Antepasados de la familia Fernández Trocóniz levantaron el hotel, perteneciendo a esta familia hasta el año 72, en el que se procedió a la formación de una sociedad que, no obstante, conserva estos apellidos y en la que figura el empresario Francisco Gil.
En el hotel estuvo instalada la emisora de Radio Salamanaca, así como un banco -en el chaflan- y la Oficina de Turismo, dependencias que luego se dedicarían a la parrilla del hotel.
PLAZA DEL ANGEL.
Uno de los documentos de mayor interés testimonial acerca de cómo era la mayor parte de la edificación de Salamanca a finales del siglo XIX e incluso a comienzos del XX, lo recoge esa fotografía, en la que aparece una serie de casas de la hoy Plaza del Angel. Una Salamanca que debería de andar por los dieciséis mil habitantes. Es esta plaza, tan cercana a la Mayor - y que tan profunda trasformación ha sufrido - hubo establecimientos de diversa índole. Así, la <<La Valenciana, alpargatería y cordelería>> de José Pastor; paradores de San Antonio y El Manco; una sillería; <<Vinos y comidas>> de José M. Lucas, entre otros. Más tarde y tras las necesarias transformaciones estarían, a la derecha, el Parador del Rincon y el restaurante <<La Isla>>.
La edificación, años después, del Gran Hotel (hoy ya desaparecido) hizo que la parte posterior de éste cerrase la plaza tal y como hoy puede verse.
PLAZA DEL MERCADO.
En esta fotografía se recoge una de las estampas más típicas del pasado de nuestra ciudad. Si la Plaza Mayor era en los años veinte centro de reunión, paseo y lugar de asueto para los salmantinos, contando con un variado comercio, la contigua Plaza del Mercado era la zona en la que se llevaban a cabo el suministro de la ciudad y cita poco menos que obligada de vendedores, compradores y feriantes, éstos en determinados días.
A la izquierda puede verse un lienzo de fachadas que prácticamente no ha sufrido transformación hasta el presente, constituyendo una panorámica sumamente interesante, de manera que debería ponerse el máximo empeño en su conservación, llevándose a cabo para ello los necesarios retoques y limpieza de la piedra.
A la derecha, el entonces Nuevo Mercado (Mercado Central, hoy), realización del arquitecto don Joaquín Vargas y obra representativa de la arquitectura en hierro -escasísima- con que cuenta Salamanca. Fue construido entre 1905 y 1911.
Al fondo se ven los edificios desaparecidos de la Plaza del Angel, en uno de los cuales estuvo a partir de 1940, es decir, en época muy posterior a cuando fue tomada esta fotografía, <<La Isla>>, de la que fue propietario don Francisco Hernández Cruz, a su regreso de hacer las Américas y que antes fue Casa Manolo. El edificio desapareó a comienzos de los sesenta. Hoy lo ocupa el Hotel Milán (ya desaparecido y en su lugar nos encontramos el hotel Husa Plaza del Angel).
El conjunto humano que la foto superior ha perpetuado tiene las características de testimonio, tanto del modo de vestir de los salmantinos de entonces en sus estratos más modestos y las características de los carruajes, como de la afluencia de las gentes, muchas de la provincia, en los días de mercado.
En la entrada anterior se recogía una panorámica de las viviendas con soportal; en ésta, la perspectiva se toma desde uno de los soportales con objeto de mostrar el efecto de la Casa de la Caridad (fundada en 1923 por Bartolomé Caballero, con el fin de recoger, en la que fuera su casa, a viudas de probada honradez y estado de pobreza), dentro del conjunto. La popularmente llamada casa de <<Las Viejas>> no es edificio arquitectónicamente estimable, pero se ha hecho consustancial con la Salamanca del pasado y sobre todo con la zona en la que está enclavada.
Domínguez de Berrueta dejó el siguiente testimonio escrito:<<Entran en aquella especie de convento las señoras ancianas, llevan su dote, modestísima, y se dedican a rezar y hacer calceta, los contados días que han de vivir. Cuando pasa la procesión del Santo Cristo de los Milagros, aparecen allá arriba, en unas celosías, las luces de <<Las Viejas>>.
Nuevas modernas edificaciones se levantan al lado. Su interior ha sido totalmente restaurado y ampliado, habilitándose como sede de la Filmoteca.
PLAZA DE SAN JULIÁN.
En la Salamanca antigua, por no decir vieja, muchas casas tenían soportal. Entre las últimas en bloque, las que muestra la fotografía, en uno de los ángulos de la desaparecida plazuela de San Julián, cuyo nombre aún conserva. Casas, como puede apreciarse en la fotografía, de planta y dos pisos a base de adobe, ladrillo y mampostería. Conjunto de recio sabor castellano, representativo de unas épocas pretéritas, con el encanto que la nostalgia presta a los objetos viejos y más aún si han servido de refugio al hombre. Pero su fin tenía que estar forzosamente cerca. Para dolor de don Juan Domínguez Berrueta, que en uno de sus libros se lamentaba: <<¡A ver si con estas exhortaciones se sostiene en pie, unos años todavía, los soportales de la antigua plazuela de San Julián!>>.
Fueron cayendo esas casas bajo la piqueta porque el tiempo no perdona y puesto a destruir, aunque con mayor cautela, no es menos implacable que el hombre.
Sobre el solar resultante y terreno se levantaría el actual edificio, de traza digna, si famoso por algo, es por haber sido Colegio Mayor Hernán Cortes (actual Ministerio de educación).
CALLE DE ESPAÑA (GRAN VIA).
No hay duda de que la realización más importante en el orden urbanístico y también la más necesaria, teniendo en cuenta el desarrollo de la ciudad desde el momento de la guerra civil, fue la apertura y trazado de la calle de España, popularmente llamada Gran Vía. Entre las preocupaciones que en ese sentido movieron, seguramente, a los gestores municipales, fueron las de abrir una vía de norte a sur que descongestionase la Plaza Mayor, centro vital de la ciudad y de la que nacían las principales calles, pero también adecentar un céntrico sector de la ciudad de callejuelas estrechas, vaguada y alberca en algunos espacios y en el que la edificación era a base de casuchas viejas irregularmente distribuidas.
Las expropiaciones se iniciaron en los primeros años de la década de los cuarenta, y comprendieron 30 casas, por un importe de medio millón, peseta más, peseta menos.
Inicialmente, el proyecto contemplaba soportales a ambos lados. Pero los inevitables intereses y el tráfico de influencias dieron como resultado que los soportales figurasen sólo en uno de los lados, con lo que el desequilibrio estaba logrado, para desdoro de los urbanistas.
Algunas innovaciones en etapas posteriores han venido a perjudicar el conjunto al alterar esa armonía que en principio se pretendía. Así se han cegado algunos arcos que no tenían que figurar en la parte contraria a la porticada, pero que una vez hechos, deberían estar abiertos, y se ha levantado una edificación, como remate de esa parte de la calle, ya frente a los Dominicos, que desentona en el conjunto. Incluso se conservan unos árboles que no hacían falta y además, estorban.
En la foto antigua se ve el aspecto que presentaban las viejas casas dentro de un dédalo de calles y rincones. Al fondo, aparece uno de los lienzos de la Cárcel Vieja, edificio derribado años más tarde de que lo fueran las casas.
El sector corresponde al edificio de Turismo (actualmente desaparecido), contiguo al Palacio de Justicia.
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